La monja francesa Lucile Randon, conocida como la persona más anciana del mundo, falleció este martes a la edad de 118 años. Randon murió mientras dormía en el hogar de ancianos Sainte-Catherine-Laboure en Toulon, Francia. “Hay una gran tristeza, pero ella quería que sucediera, era su deseo de unirse a su amado hermano. Para ella, es la libertad”, dijo el vocero de Randon, David Tavella. La noticia de su fallecimiento fue anunciada por el alcalde de Toulon, Hubert Falco, en Twitter . “Con inmensa tristeza y emoción me enteré esta noche del fallecimiento de la persona más anciana del mundo #SisterAndré”, escribió. También llamada Sister André, Randon era la europea de mayor edad antes de la muerte de Kane Tanaka de Japón , quien falleció a la edad de 119 años el año pasado. Sor André, en el último tramo de su vida, ciega y en silla de ruedas, no escondía desde hacía algunos años cierto cansancio y confesaba que su deseo era “morir pronto”.
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