La primera vuelta presidencial se convirtió en la primaria que la oposición no realizó | Publimicro

La primera vuelta presidencial se convirtió en la primaria que la oposición no realizó

La primaria que la derecha decidió no realizar terminó pasándoles la cuenta. En un primer momento, el núcleo más cercano a Matthei se negó a impulsarla, confiando en su sólida ventaja en las encuestas frente a sus competidores, que corrían en segundo lugar con una distancia considerable —particularmente en los primeros meses de 2025—.

Sin embargo, la decisión tuvo efectos no previstos. La salida de Rodolfo Carterde la UDI, en protesta por la falta de primarias —donde aspiraba a competir—, su posterior acercamiento a Republicanos y el repunte de Johannes Kaiseralteraron por completo el panorama. Ya para el segundo trimestre del año, era Kaiser quien tenía “el sartén por el mango”, decidido a mantener su candidatura presidencial y rechazar cualquier intento de unidad en una eventual primaria.

En ese contexto, Evelyn Matthei comenzó a debilitarse, José Antonio Kastrecuperó protagonismo, y Kaiser se estancó tras un ascenso meteórico. El resultado fue una derecha fragmentada, con tres candidaturas competitivas y la irrupción del outsider Franco Parisi, cuyas propuestas se asemejan en buena medida a las del mismo sector. En conjunto, todos ellos superan el 60% de apoyo en las encuestas para la primera vuelta, configurando un escenario en el que la disputa por el balotaje de diciembre se concentra, paradójicamente, dentro del propio bloque opositor.

La moraleja política es clara: cuando existen las condiciones para realizar una primaria, hay que hacerla. Primero, porque permite ordenar el escenario y reducir la cantidad de candidatos de un mismo sector. Segundo, porque ofrece la posibilidad de que los perdedores se integren al proyecto del ganador, fortaleciendo la unidad. Y tercero, porque entrega una señal positiva a la ciudadanía al mostrar una lógica de acuerdos y colaboración interna, tan demandada en el actual contexto de desconfianza política.

Finalmente, hay que ser realistas: realizar una primaria no garantiza ganar una elección, pero sí contribuye a fortalecer la democracia interna y la participación, aspectos esenciales en un sistema político cada vez más frágil y con escasa capacidad de autocrítica concreta.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Publimicro.

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