China experimentó una disminución demográfica por segundo año consecutivo en 2023, y el número total de personas cayó a 1.409 millones, una disminución de 2,75 millones con respecto al año anterior. La Oficina Nacional de Estadísticas china, señala una brusca caída de la tasa de natalidad y un aumento de las muertes por COVID-19, después de que se levantaron los estrictos bloqueos como las principales razones de esta disminución. Esta tendencia a la baja ha generado preocupaciones sobre el potencial de crecimiento futuro de la segunda economía más grande del mundo. Esta población menguante significa que habrá menos trabajadores y consumidores, hecho que afectará la economía del país. Además, los crecientes costos del cuidado de las personas mayores y de las prestaciones de jubilación ejercen presión sobre los gobiernos locales ya endeudados. Según estimaciones de la ONU, el año pasado India superó a China como la nación más poblada del mundo. Los expertos predicen que para 2050, la población de China se reducirá en 109 millones, y se espera que para 2035, su población en edad de jubilación supere los 400 millones, más que toda la población de Estados Unidos.
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