Las operaciones militares rusas en Ucrania han puesto, sin querer, en el centro de la atención mundial a Taiwán. Su historia va de la mano con los actuales hechos en el sudeste europeo. La pequeña isla está en esa tenue línea de frente, que está a punto de quebrarse. Así como el presidente Vladimir Putin no puede tolerar la soberanía ucraniana, el Partido Comunista Chino nunca aceptará la separación de Taiwán, que Beijing considera una parte central de China.
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