Sebastián Fuentes Barraza
Sociólogo
El pasado domingo tuvimos la elección de los consejeros que escribirán una propuesta de nueva constitución para Chile. ¿Qué conclusión se puede rescatar del resultado de la votación? Lo evidente: el tiempo ha cambiado otra vez.
De cambios de tiempo supo Vasili Grossman, periodista y escritor ruso que le tocó vivir tiempos agitados entre revoluciones y guerras mundiales. En su novela Vida y Destino (censurada por el régimen comunista), escribió una dura cita para el sentir de quienes se les ha pasado su tiempo: “no hay destino más duro que sentir que uno no pertenece a su tiempo. Aquellos a los que el tiempo no ama se reconocen al instante (… ) El tiempo sólo ama a aquellos que ha engendrado”.
Del estallido social de 18 de octubre de 2019, el resultado del plebiscito del 25 de octubre de 2020 y las elecciones de convencionales del 15 y 16 de mayo de 2021 se puede decir que son parte de un mismo tiempo. Lo sabían en los partidos políticos, en los medios de comunicación y en las calles, era un tiempo en que parecía acertado cuestionar el tiempo transcurrido de democracia y defenderlo parecía un error, no es casualidad que se hizo un lema eso de que “no fueron 30 pesos, fueron 30 años”.
Como no podía ser de otra forma, los vencedores de ese periodo eran ajenos a los últimos 30 años del país, no eran de la clase política, nacieron de movilizaciones en las calles por exigencias sociales, eran los convencionales de la lista del pueblo para escribir la constitución y era Gabriel Boric para gobernar. Pero el tiempo nunca se detiene, y a pesar que pudiera haber confianza en conectar con los tiempos de cambios que se vivían, hay una amenaza permanente de dejar de representar lo que siente la mayoría de la sociedad.
El 4 de septiembre de 2022 se rechazó la propuesta de nueva constitución y este 7 de mayo nos confirmó que el tiempo de los protagonistas de antes pasó, pero la amenaza permanece para quienes sientan que es su turno porque así es el tiempo, dice Grosmman: “todo pasa, sólo él permanece. Todo permanece, sólo el tiempo pasa. ¡Qué ligero se va, sin hacer ruido!”.
El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Publimicro.
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