Un reciente informe de The Economist y encuestas publicadas por Search Engine Land revelan que los jóvenes de entre 16 y 27 años están abandonando progresivamente el buscador de Google como primera opción para informarse. En su lugar, prefieren acudir a redes sociales como TikTok o a herramientas de inteligencia artificial que entregan respuestas rápidas y personalizadas. Los mayores de 60, en cambio, siguen siendo los más fieles al motor de búsqueda tradicional. Este cambio generacional está transformando la forma en que circula la información en internet. La caída del tráfico hacia sitios web afecta directamente a los medios y plataformas que dependen de la publicidad online, mientras surgen nuevas estrategias para retener a las audiencias en canales propios, desde newsletters hasta comunidades digitales cerradas. Expertos proyectan que en los próximos años la “web abierta” perderá peso frente a entornos controlados por inteligencia artificial o aplicaciones sociales. El gran desafío será encontrar modelos sostenibles que aseguren la diversidad de voces en un ecosistema donde los intermediarios ya no son buscadores, sino algoritmos que deciden qué vemos y qué no.
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