A una semana del balotaje presidencial en Chile, los candidatos José Antonio Kast y Jeannette Jara han intensificado su despliegue territorial, marcando estrategias diferenciadas en la recta final de la campaña. Kast, representante de la oposición, se ha desmarcado públicamente de las encuestas que lo favorecen, afirmando que «no hay nada ganado» y subrayando la necesidad de mantener la movilización hasta el último momento. Por su parte, Jara, candidata oficialista, ha anunciado que en los días previos a la votación centrará sus esfuerzos en entregar «soluciones a los barrios», enfocándose en temas locales y de proximidad con los votantes. Este enfoque contrasta con la postura de Kast, quien ha abordado temas de seguridad y migración, aunque evitando polémicas recientes sobre su campaña. La intensificación de actividades incluye visitas a regiones, actos masivos y presencia en medios, reflejando la alta competitividad de un proceso electoral que definirá el rumbo político del país. Analistas destacan que ambos candidatos buscan consolidar bases y atraer votantes indecisos en un contexto de polarización y expectativas ciudadanas por cambios concretos.
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