Francia incorporó en su Panteón, el lugar de descanso final de los personajes más venerados e ilustres de Francia, a Josephine Baker, bailarina de cabaret norteamericana, nacida en Missouri, quién fue espía francesa en la Segunda Guerra Mundial y activista de los derechos civiles en su país. Baker es la primera mujer negra honrada en acceder al “templo de los inmortales”, el lugar sagrado para los franceses.
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