El Presidente Joe Biden pidió este miércoles al Congreso que suspenda los impuestos federales sobre la gasolina y el diésel durante tres meses, una medida destinada a aliviar las presiones financieras en los usuarios y de paso frenar un poco la inflación, debido a los altos costos de la gasolina en un año electoral. El Mandatario demócrata también pedirá a los Estados que suspendan sus propios impuestos sobre la gasolina o que ofrezcan un alivio similar, según los funcionarios de la administración.
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