Las fuerzas de seguridad de Israel estaban conscientes de la posibilidad de que Hamás atacara el festival de música Supernova el 7 de octubre. Sin embargo, los organizadores del evento no fueron alertados y se les dejó «que se las arreglaran solos» cuatro horas después del ataque, informó el periódico israelí, Haaretz. Una investigación reciente descubrió que agentes de inteligencia israelíes y líderes militares celebraron reuniones secretas nocturnas horas antes del ataque para discutir la amenaza potencial de un ataque de Hamás, pero descartaron la aparente actividad y la rotularon como un ejercicio de entrenamiento. El grupo extremista palestino atacó Israel el 7 de octubre, matando a unas 1.200 personas y tomando casi 240 rehenes. El festival, que se celebró cerca de la frontera con Gaza, fue uno de los primeros objetivos de Hamás. El grupo mató a 360 asistentes al festival y secuestró a 40 personas ese día. El ataque desencadenó una guerra en curso en la que Israel lanzó una ofensiva sin precedentes en Gaza, matando a más de 16.000 palestinos. Según el Ministerio de Salud palestino, el 70% de los fallecidos son mujeres y niños menores de 18 años.
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