El ejército israelí ha declarado una ofensiva militar sin precedentes en la Franja de Gaza, tras expirar un plazo de 48 horas para la evacuación de civiles palestinos. Según datos del Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamas, en las últimas 24 horas se han registrado 33 fallecimientos, elevando el total de muertes desde el inicio de la incursión terrestre el 11 de agosto a aproximadamente 2.000 personas. En un movimiento adicional, las fuerzas israelíes han clausurado la carretera Saladino, una vía clave de evacuación que conecta el norte y sur del enclave, complicando aún más la situación humanitaria. A nivel internacional, Estados Unidos ha vetado una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que solicitaba un alto el fuego, desestimando además un informe independiente de la ONU sobre presuntos actos de genocidio por falta de credibilidad. El conflicto, que se remonta al ataque de Hamas del 7 de octubre de 2023, ha resultado en un estimado de 65.141 palestinos fallecidos, cifra respaldada por la ONU, aunque estudios independientes sugieren que el número real podría superar los 75.200. En el lado israelí, se reportan 1.139 muertes iniciales, con 251 rehenes tomados, de los cuales 49 han muerto y 155 liberados, dejando 50 aún cautivos, con solo 23 presuntamente con vida, además de 888 soldados fallecidos en combate desde el inicio de las hostilidades.
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