La delincuencia hoy protagonizó su capítulo más random en la historia policial chilena. Pese a toda la vigilancia existente en el lugar, con fuertes destacamentos de Carabineros, guardias privados y un centenar de funcionarios laborando, un insólito robo se produjo este miércoles en la sede del Congreso capitalino. Dos manillas de bronce de las dos grandes puertas del histórico edificio que dan a la calle Morandé, del centro de Santiago, desde esta jornada ya no abrirán más los vetustos pórticos del emblemático inmueble que ha cobijado al Poder Legislativo por décadas. Según publicó el Diario La Segunda en su edición del día de ayer, además de las manillas, también fue robada la base de una de ellas, según lo que informó la administración del recinto. Sibien losencargados reconocieron que no son las originales con las cuales fue inaugurado el emblemático edificio en 1876, las manillas igualmente tienen un alto costo que está entre los $ 100 y $200 mil pesos. Tras ser detectado el robo, este fue denunciado inmediatamente a Carabineros, quienes a su vez lo hicieron ante el Ministerio Público, quedando el caso caratulado como “robo en lugar no habitado”, por lo cual se inició la investigación correspondiente para dar con los autores del delito.
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