La comunidad tenística reaccionó con sorpresa y descontento tras el reciente anuncio de que Jannik Sinner, número uno del mundo, no será sancionado severamente a pesar de haber dado positivo en una prueba de dopaje. A diferencia de Nicolás Jarry, quien sufrió una suspensión de 11 meses por un caso similar, Sinner solo perderá los puntos y las ganancias obtenidas en Indian Wells, debido a una «contaminación involuntaria». Esta situación ha encendido un debate sobre la equidad en las sanciones impuestas a los tenistas, con muchos chilenos defendiendo a Jarry, quien enfrentó consecuencias más duras bajo circunstancias comparables. La discrepancia en el tratamiento ha llevado a cuestionamientos sobre la consistencia y justicia del sistema antidopaje en el tenis.
Suscríbete al boletín:
Suscribete Gratis