La región de Ñuble en Chile está experimentando una transformación agrícola sin precedentes, impulsada por un ambicioso proyecto liderado por INIA Quilamapu en colaboración con el Gobierno Regional. Este plan estratégico, denominado ‘Fruticultura sostenible y resiliente al cambio climático’, busca redefinir el panorama económico local mediante la introducción de cultivos exóticos y tecnológicos, con el objetivo de generar retornos estimados en US$300 millones en los próximos años. La iniciativa, que ya ha completado su primer año de ejecución, está cambiando la fisonomía del campo, donde tradicionalmente predominaban cultivos convencionales, para dar paso a especies como pistachos, macadamias y calafates. El proyecto se centra en la diversificación de la matriz productiva en las 21 comunas de Ñuble, beneficiando directamente a más de mil productores. Un equipo multidisciplinario de más de 20 científicos trabaja en adaptar la agricultura a los desafíos hídricos y climáticos, utilizando innovaciones como el desarrollo de plantas in vitro para garantizar sanidad y calidad genética. Esto no solo fortalece la resiliencia frente al cambio climático, sino que también aprovecha los diversos microclimas de la región, desde la precordillera hasta la costa, para cultivos como castaño marrón y papaya.
Suscríbete al boletín:
Suscribete Gratis




