A medida que 2024 se acerca a su fin, Latinoamérica presenta un panorama diverso en términos de inflación, con situaciones que varían dramáticamente de un país a otro. Argentina, a pesar de tener el índice de precios al consumidor más alto del mundo, ha visto una notable desaceleración, con expectativas de una continua disminución en 2025. Por otro lado, Bolivia ha experimentado un incremento preocupante en su tasa de inflación, aproximándose al 10% interanual, marcando un contraste significativo con su histórico de baja inflación. Otros países importantes de la región como Brasil y México mantienen tasas de inflación más controladas, con 4,87% y 4,55% respectivamente. Colombia destaca por su eficaz manejo de la inflación, logrando reducir su tasa al 5,2% interanual en noviembre, mientras que Venezuela sigue luchando con una inflación alarmante, alcanzando el 67% interanual. En contraste, Centroamérica muestra un escenario de deflación, con países como Costa Rica, El Salvador y Panamá experimentando tasas negativas. Este amplio espectro de situaciones económicas refleja los variados desafíos y políticas económicas en la región, indicando que cada país enfrenta su propia batalla contra la inflación o la deflación en un contexto económico global incierto.
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