Industria turística apuesta a que viajes internos serán los que predominen en temporada estival del próximo año. Baja de contagios y una población prácticamente vacunada en su totalidad, hacen que la movilidad se note y se planifiquen vacaciones por todo el país. Adicionalmente, por lo mismo, las fronteras están abiertas para los residentes de Chile, lo cual impulsará viajes al exterior, afectando el turismo interno. Extranjeros serán menos que años anteriores, debido a estrictos protocolos sanitarios del país.
Tras casi dos años de la llegada de la pandemia al país, período donde casi 1,7 millones de personas se contagiaron y más de 38 mil fallecieron, Chile hoy está viendo la luz al final del túnel en su guerra personal contra el Covid-19. Gracias a las 42 millones de dosis de vacunas inoculadas, que hace que el país tenga el 91,6% de su población protegida, el anhelo de volver a la “vida normal” crece esperanzadoramente.
Y en ese potencial retorno, la llegada de la época estival y las vacaciones, hace crecer que en la actual temporada alta, los viajes internos suban hasta casi un 13% y la ocupación hotelera alcance un 47% de su capacidad. La industria del turismo chilena se prepara para dar comienzo a esta temporada, gracias a una constante baja de los contagios y una mayor alza de la movilidad.
Según datos de la Federación de Empresas del Turismo (Fedetur), se espera que en el verano del 2022 se generen más de 10 millones de viajes dentro del país, con un aporte más de US$ 900 millones a la economía del país, lo cual implicaría un 13% más que el período enero-febrero del 2021, sin embargo, sigue siendo menor en un 20% a lo que ocurrió en el 2019-2020 en la misma fecha.
En cuanto a la ocupación hotelera, se espera que para los meses de enero y febrero se logre un 47%, promedio levemente superior al 40% conseguido en el verano anterior. Según análisis de Fedetur, las tasas de ocupación de los distintos recintos de hospedaje en Chile, en este actual escenario podrían alcanzar perfectamente del orden del 70 a 80% de uso, dependiendo del estado de Fase de cada región, donde las peores solo llegarían a un 30 a 35%.
Para el sector, sin embargo, es crucial hacer hincapié que si bien está dado todo para generar buenas proyecciones, el hecho de que hoy estén las fronteras abiertas, puede también significar una merma del turismo interno nacional. “Sabemos que en este verano, muchos chilenos van a salir al extranjero. Frente a eso, solo podemos responder potenciando las ofertas del turismo interno para que ese presupuesto de viajes quede en el país”, señala Helen Kouyoumdjian, vicepresidenta de Fedetur.
En cuanto al turismo receptivo extranjero, el ente gremial estima que para este verano 2022 van a llegar a Chile 194 mil extranjeros, un 67,8% más que en el período anterior, pero desafortunadamente un 87, 1 menos que la temporada 2019-2020. Las razones serían los estrictos protocolos sanitarios que tiene el país versus aún una baja población vacunada de las naciones vecinas y del resto del mundo.
A ello además, habría que sumar lo engorroso de la homologación de las vacunas puestas en el extranjero, que dificulta los viajes y potencia las cancelaciones. “Somos el único país del mundo que pide este trámite. Otros lo hacen, pero sólamente para las personas que quieren volver al lugar donde viven”, señala Kouyoumdjian. “Estos draconianos protocolos, que todos entendemos son para el bien común, son igualmente desincentivadores para la industria y nos ha hecho perder competitividad enorme”, lamenta la vocera de Fedetur.
En esa línea, entendiendo lo paradojal de la situación, donde existe un alto interés de los turistas foráneos por visitar Chile, especialmente por la seguridad sanitaria que les brinda y las trabas impuestas, muchas de las arcas de la industria no reportan un buen estado de salud para poder trabajar en esta temporada. Por ello, la organización realizó una encuesta entre los empresarios turísticos nacionales, para saber cómo están financieramente para enfrentar este verano que se acerca.
Un 67,3 % de los encuestados señaló que se encuentra “soportando o aguantando”. Mientras que un 25,5% dice estar en un estado “crítico” y solo un 7,3% respondió estar en una buena situación. Dentro del sondeo, se les consultó a los empresarios cuándo creían volver a tener una situación financiera igual o superior previa a la pandemia. Un 39,4 % sostuvo que espera lograrlo después del segundo semestre del 2023, mientras que el 21,2% proyecta lograrlo en el primer trimestre del 2023.
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