A 55 aumentó el número de fallecidos por el voraz incendio forestal que afectó este jueves a la isla de Maui en Hawái. Las autoridades hawaianas han informado que muchas personas se lanzaron al Océano Pacífico para salvarse de las gigantescas llamas que consumían todo lo que se le ponía por delante. El fuego también ha destruido casi por completo la histórica ciudad turística de Lahaina. Miles de personas fueron evacuadas, mientras más de 1.700 edificios y propiedades, por valor de miles de millones de dólares fueron destruidos. Los incendios, alimentados por los fuertes vientos del huracán Dora, que pasó bastante al sur, tomaron a la isla de Maui por sorpresa y dejaron tras de sí autos calcinados, en unas calles antes concurridas y montones de escombros humeantes, donde se levantaban hasta ese entonces edificios históricos. Bomberos y voluntarios, seguían luchando contra las llamas en varios puntos de la isla el jueves. Las autoridades pidieron a los visitantes que no se acerquen a la zona. Los incendios resultaron ser los últimos hechos negativos, de una serie de problemas causados por el clima extremo registrado en todo el planeta este verano. Según los expertos, el cambio climático está aumentando las probabilidades de que se produzcan estos fenómenos devastadores.
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