Fundada en Curicó por cuatro amigos de colegio, Haulmer ha demostrado un crecimiento orgánico excepcional en el ecosistema fintech chileno. La compañía, que nunca ha requerido levantamiento de capital externo, alcanzó rentabilidad en 2020 y proyecta facturar US$35 millones este año. Con una base de 40.000 clientes y un volumen de procesamiento mensual de US$140 millones, la empresa ha consolidado su posición en el mercado mediante una estrategia de crecimiento sostenible. La reciente adquisición de Digital Payments, sociedad que operaba el negocio de prepago de FPay, representa un hito estratégico que le otorga la licencia para operar como emisor de tarjetas. Esta movida posiciona a Haulmer para escalar sus operaciones y diversificar su portafolio de servicios financieros. Los fundadores ya han registrado la empresa en México y Perú, evidenciando su ambición de expansión internacional. La visión corporativa apunta a transformarse en el neobanco especializado para pymes, aprovechando la experiencia acumulada en pagos digitales y la nueva capacidad de emisión de tarjetas. Este caso ejemplifica cómo las fintech regionales pueden competir exitosamente mediante modelos de negocio eficientes y crecimiento orgánico, sin depender de rondas de financiamiento externo.
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