En los próximos meses, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) anticipa la llegada del fenómeno La Niña, que traerá consigo un clima más frío y condiciones de sequía exacerbadas en varios países de Latinoamérica. En Chile, los climatólogos han advertido que esta situación podría intensificar aún más la crisis hídrica actual. Silvana Espinosa, vocera de Greenpeace, destacó que La Niña provocará «una menor ocurrencia de lluvias y una disminución en la temperatura ambiente», lo cual complicará la disponibilidad de agua en el país. En un contexto donde la gestión del agua ya enfrenta desafíos significativos, esta perspectiva subraya la urgencia de adoptar medidas para proteger este recurso escaso. Espinosa enfatizó la necesidad de revisar el modelo de gestión del agua en Chile, especialmente ante el 16,8% de las comunas bajo decretos de escasez hídrica y el impacto en aproximadamente el 9% de la población. Además, subrayó la importancia de preservar los ecosistemas naturales, como los humedales, y llamó a la acción para mejorar la educación ambiental y fortalecer la conservación mediante herramientas jurídicas disponibles.
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