Un estudio de la Universidad de Chile, liderado por la académica María Teresa Muñoz, ha revelado los graves peligros que representan los plaguicidas para la salud pública en la región del Maule. La investigación muestra que productos químicos como el clorpirifós están relacionados con afecciones mentales, cognitivas y reproductivas. Muñoz explicó que el clorpirifós afecta los mecanismos de los neurotransmisores, provocando síntomas depresivos y aumentando el riesgo de suicidio. En el Maule, los pesticidas están presentes en el aire y en los alimentos, poniendo en riesgo especialmente a niños de 1 a 6 años.
Esta situación fue presentada ante la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara de Diputados, donde Muñoz expuso las graves consecuencias para la salud pública y el medio ambiente. A pesar de prohibiciones recientes, aún se detectan altos niveles de estos químicos en la población. Muñoz insta a implementar regulaciones más estrictas y adoptar prácticas agrícolas sostenibles para proteger el medio ambiente y la salud pública, destacando la necesidad de restringir el uso de plaguicidas como el metamidofos, metomilo y clorpirifós en la agricultura chilena.
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