Gonzalo Migueles, cónyuge de la exjueza Ángela Vivanco, se presentó voluntariamente en el OS-7 de Carabineros acompañado de su abogado, tras la emisión de una orden de detención en su contra. Esta medida se enmarca en una investigación liderada por la fiscal regional de Los Lagos, Carmen Gloria Wittwer, por presuntos delitos de cohecho y lavado de activos. La indagatoria también involucra a los abogados Eduardo Lagos, ya detenido, y Mario Vargas, contra quien pesa una orden de detención pendiente. En el transcurso del día, el 7° Juzgado de Garantía autorizó allanamientos en los domicilios de Migueles, Vargas y Lagos, resultando en múltiples incautaciones de evidencia. Al arribar a la dependencia policial, Migueles fue abordado por medios de comunicación, manifestando desconocimiento sobre los detalles reservados de la causa, que incluye acusaciones de tráfico de influencias, negociación incompatible y lavado de activos vinculados a nombramientos judiciales y conservadores de bienes raíces. La investigación, conocida coloquialmente como «la muñeca Bielorrusa», se centra en gestiones relacionadas con designaciones en el poder judicial y pagos irregulares que podrían configurar delitos financieros. Además, se han realizado allanamientos en conservadores de bienes raíces en Chillán y Puente Alto, vinculados a cercanos del entorno de Vivanco, donde Migueles declaró realizar labores remuneradas. Las autoridades sospechan que los movimientos bancarios asociados podrían constituir operaciones de lavado de capitales, profundizando el escrutinio sobre este caso de alto perfil.
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