Cerca de 8.000 personas han sido detenidas, vinculadas al estallido social que comenzó el 2 de enero en Kazajistán, producto del alza de los combustibles. Con la represión de las fuerzas armadas y la presencia de tropas de la OTSC, liderada por Rusia, se han visto mermadas las manifestaciones. “Las fuerzas de seguridad han liberado todos los edificios administrativos y se restableció el trabajo de los servicios comunales y otros sistemas básicos”, anunció el gobierno Kazajo.
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