Desde mediados de septiembre, luego de la muerte de la joven Mahsa Amini, de 22 años, y luego de las protestas por su asesinato, por llevar mal puesto el velo islámico, al menos 200 personas han muerto según cifras oficiales en protestas. Sin embargo, diversas ONGs señalan que el número de fallecidos está más cercano a los 450 y que cerca de 2.000 manifestantes han sido detenidos durante las protestas, mientras que 6 fueron condenados a muerte. Todo esto en vez de apaciguar los ánimos, los ha caldeado aún más. Para aplacar las protestas, las autoridades han decidido eliminar la llamada “Policía de la Moral”, y evalúan el uso del velo en espacios públicos. La medida fue necesaria ya que las protestas han ido mutando hacia una reivindicación para poner fin a la República Islámica. En las calles se escuchan los gritos de “No se trata de protesta, esto es una revolución” o “muerte al dictador”.
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