La violencia tras la muerte del joven de 17 años, franco-argelino, muerto a manos de la policía el pasado martes, sigue en ascenso en toda Francia. El ministerio del Interior galo, anunció un total de 719 detenciones en todo el país en la madrugada del domingo, en particular por llevar objetos que pueden ser utilizados como armas o proyectiles. En la madrugada del sábado la cifra había sido de 1.300 detenidos, la más alta desde el martes. “Noche más tranquila gracias a la acción decidida de las fuerzas del orden”, dijo el ministro del Interior, Gérald Darmanin, en Twitter. Pese a ello unos 45 policías y gendarmes resultaron heridos, 577 vehículos y 74 edificios fueron incendiados y se registraron 871 incendios en vías públicas, dijo el ministerio este domingo. Como “racista, clasista y violenta”, fue calificada la policía francesa, por algunos de los voceros de los grupos radicales que han estado generando los mayores cuadros de violencia en el país, asegurando que la muerte de Nahel, “no quedará impune”.
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