“Chile no necesita extremos”, es la frase que está enquistándose fuertemente en Chile Vamos y que representa su actual devenir como conglomerado político opositor. Acuñada tras los dos fracasos de los proyectos constitucionales, fue el último plebiscito el cual definitivamente le dio el corpus que hoy crece a pasos agigantados, distanciándose notoriamente del discurso de los republicanos, partido al cual se le sindica como principal responsable de la derrota del “A Favor”. Viendo el vaso más vacío que lleno, Chile Vamos prefiere proyectarse de aquí al 2024 como una sólida coalición que recoja el sentir de la ciudadanía desde el centro de una derecha democrática. Por ello, ha puesto todas sus fichas en ver ésta oportunidad, como la ocasión para recuperar el protagonismo en la oposición y exponerse como la gran carta de cara a las municipales y presidenciales. Pero para eso, debe alejarse del discurso republicano. Por ello no extraña que el senador de la UDI, Iván Moreira, calificara de “patética” la temprana candidatura presidencial de Kast, instando a su coalición a “no más seguirle el juego a Republicanos, porque ya quedó demostrado que nosotros tenemos, y el país tiene, una mirada distinta que un extremo encabezado por Kast”.
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