El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha emitido un informe que contradice las proyecciones del gobierno chileno sobre la evolución del déficit fiscal estructural. Mientras las autoridades nacionales establecieron una trayectoria para alcanzar el equilibrio fiscal en 2029, el organismo internacional anticipa que el déficit se mantendrá en un 0,9% del PIB para 2030. Esta divergencia subraya los desafíos que enfrenta Chile en materia de sostenibilidad fiscal a mediano plazo. Según el Ministerio de Hacienda, el déficit estructural se reduciría progresivamente desde -2,2% del PIB en 2025 hasta -0,9% en 2029, con un crecimiento del gasto público limitado a un promedio de 0,5% anual entre 2026 y 2029. Sin embargo, el FMI proyecta una evolución menos favorable: -2,1% en 2025, -1,5% en 2026, -1,2% en 2027, -0,8% en 2028, y finalmente -0,9% en 2029 y 2030. Esta perspectiva refleja un consenso entre economistas y el Consejo Fiscal Autónomo sobre la estrechez de las cuentas fiscales. En cuanto a la deuda pública, el gobierno estima que cerrará 2025 en 43,2% del PIB, por debajo del límite prudente del 45%, y proyecta una reducción a 42,7% para 2029. En contraste, el FMI prevé que la deuda alcance 42,7% en 2025, aumente a 43,7% en 2027 y se sitúe en 44% para 2030, acercándose peligrosamente al umbral de sostenibilidad. El informe, elaborado por el Departamento de Asuntos Fiscales del FMI, adquiere relevancia adicional con el próximo nombramiento del exministro Rodrigo Valdés como director de esta unidad, lo que podría influir en futuras evaluaciones de la política fiscal chilena.
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