Finlandia se unió formalmente este martes a la OTAN, convirtiéndose así en el miembro número 31 de la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Con esta acción, el país escandinavo dio un paso histórico, pasando de ser una nación militarmente no alineada, a ser miembro de número de la alianza atlántica, enemigo declarado del bloque que conforma Rusia y otras naciones de la otrora exesfera comunista. Poco después de que Finlandia se uniera oficialmente a la alianza occidental, Rusia amenazó con serias «contramedidas». El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que Moscú tendrá que tomar acciones concretas con respecto a la adhesión de Finlandia a la OTAN y analizará la forma de cómo responderá a esta clara amenaza hacia su seguridad.
Suscríbete al boletín:
Suscribete Gratis