Cada vez más personas sienten que compartir su vida diaria en redes sociales ya no tiene sentido. Lo que antes eran fotos espontáneas de un café o un momento con amigos, hoy se percibe fuera de lugar en un ecosistema dominado por contenido producido, noticias alarmantes y algoritmos. Este cansancio —bautizado como posting ennui— afecta sobre todo a millennials y jóvenes, quienes han pasado de mostrar cada momento a reducir drásticamente su presencia digital. Según el New Yorker, las causas van desde la autocensura por el contexto mundial hasta una búsqueda de privacidad y autenticidad. El cambio no solo refleja una evolución generacional, sino también un rechazo a la presión de “ser interesante” en línea. En un internet saturado de estímulos y competencia por la atención, cada vez más usuarios prefieren guardar sus momentos para el ámbito privado.
Suscríbete al boletín:
Suscribete Gratis