Este domingo, el vuelo JJA-2216, de la aerolínea de bajo costo surcoreana, Jeju Air, el cual se dirigía desde Bangkok, capital de Tailandia, hacia la ciudad de Muan (en el suroeste de Corea del Sur), sufrió un fatal accidente luego de impactar -aparentemente- con aves al momento del aterrizaje, lo que le impidió bajar el tren de aterrizaje, chocando con un muro. El avión volaba con 181 personas, de las cuales 175 eran pasajeros y el resto miembros de la tripulación. Tras la colisión, de acuerdo con autoridades de bomberos que ayudaron en el rescate, “los pasajeros fueron expulsados del avión después de colisionar con el muro, dejando pocas posibilidades de sobreviviencia”. En total hubo 179 fallecidos, de los cuales se ha podido identificar hasta el momento a 65. Las pruebas de ADN son vitales para estas labores. Sólo sobrevivieron dos tripulantes, una mujer y un hombre, quienes viajaban en los asientos traseros. De acuerdo con autoridades se trata de un hombre auxiliar de vuelo de 33 años, con fracturas múltiples y una mujer de 25 años, con la cabeza y tobillo heridos. Todos los pasajeros eran coreanos, excepto dos personas de nacionalidad tailandesa. Además se informó de la recuperación de las dos cajas negras del avión caído. Para Corea del Sur este se ha transformado en el peor desastre aéreo de su historia.
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