Quince familias del sector Armerillo, de la comuna de San Clemente, se mantienen aisladas y siguen sufriendo diariamente la subida del río que destruyó el badén que les permitía la conectividad con el resto de la comuna y región. En su lugar, solo quedó un lugar lleno de piedras, que deben atravesar en caballo para realizar sus actividades diarias, como ir a trabajar o comprar. También hay un tablón que les permite cruzar, ahora que el agua está con un nivel menor, pero es difícil de ocupar por las personas mayores. Los vecinos a través de una abogada presentaron un recurso a la Corte de Apelaciones, el cual fue rechazado, argumentándose que el terreno tendría un dueño que no quiere que se construya nada ahí.
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