La vocera de la familia de la embarcación Bruma, Claudia Urrutia, ha manifestado su preocupación por las acciones de mantenimiento programadas para el buque Cobra, argumentando que estas podrían vulnerar el sitio del suceso y comprometer las investigaciones en curso sobre el naufragio. Según Urrutia, la empresa Blumar ha solicitado realizar trabajos de mantención el 10 de noviembre, lo que ha motivado a la familia Bruma y a Rafael Poblete a presentar un escrito rechazando esta medida. La vocera sostiene que cualquier intervención antes de la conclusión de las pericias resulta inadecuada, ya que alteraría las condiciones originales del barco. Por su parte, Blumar defiende la necesidad del mantenimiento como parte del protocolo obligatorio para mantener los permisos de navegación y continuar con sus operaciones en alta mar. La empresa ha solicitado autorización judicial para trasladar la embarcación desde las instalaciones de Asmar en Talcahuano, donde actualmente se encuentra en dique seco para las diligencias periciales. La situación se complica debido a que ni la PDI ni el FBI lograron recuperar información de la caja negra del Cobra, la cual fue enviada a un centro especializado de la Armada de Francia en París. Si estos nuevos peritajes arrojan resultados relevantes, podría ser necesario realizar inspecciones adicionales al barco, lo que haría contraproducente cualquier mantención en esta etapa. El naufragio del Bruma cobró la vida de siete pescadores, y las familias buscan garantías de que la investigación no se verá afectada.
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