Vivimos rodeados de más información que nunca, pero también de más desinformación. Un video viral en TikTok, un tuit manipulado, una foto creada por IA: en segundos, una mentira puede volverse “verdad” en miles de pantallas… y peor aún, en cabezas y mentes, moldeando creencias y decisiones.
Según estudios recientes, el 82,6% de los chilenos reporta informarse con frecuencia y más de la mitad lo hace a diario. Sin embargo, muchas personas evitan las noticias por considerarlas negativas o por agotamiento ante la saturación informativa.
Por otro lado, el 81% cree que la IA facilita la proliferación de fake news y el 52% teme que este fenómeno empeorará con la tecnología. Aunque el 71% confía en poder distinguir una noticia falsa, el 60,6% reconoce encontrarlas con frecuencia. La manipulación se vuelve cada vez más sofisticada y nuestra confianza, más vulnerable.
Si observamos todas estas cifras y nos situamos en medio de un proceso electoral clave, la desinformación se convierte en un riesgo real: alimenta la polarización y erosiona la confianza en las instituciones y en el proceso democrático. La responsabilidad es de todos: medios, plataformas, autoridades y ciudadanos, quienes deben fomentar la educación mediática, consumir información con espíritu crítico y exigir transparencia sobre el uso de IA en el periodismo. La batalla contra las fake news es un desafío cultural y tecnológico. En un país que se informa más pero no siempre mejor, compartir solo información verificada es un acto de defensa democrática indispensable.
¿Qué crees que necesitamos impulsar en Chile para frenar la desinformación digital?
Fuentes de las cifras:
Los datos provienen del Estudio Nacional sobre Medios y Periodismo PUCV (octubre 2025), del reporte Ipsos sobre impacto de la IA en la proliferación de noticias falsas en Chile (agosto 2025), y del Digital News Report 2025, desarrollado por el Instituto Reuters y la Universidad de Oxford.
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