Se suele decir que el estómago actúa como un “segundo cerebro”, pues muchas emociones, trastornos y enfermedades mentales causan síntomas gastrointestinales. En este contexto, una nueva clase de probióticos, denominados psicobióticos, está demostrando beneficios no solo para la salud gastrointestinal, sino también para la salud mental. Según Araceli Olivares, investigadora del Centro Regional de Estudios en Alimentos Saludables (CREAS), los psicobióticos son microorganismos probióticos capaces de producir sustancias neuroactivas (neurotransmisores) como el ácido gamma-aminobutírico (GABA), la serotonina y la norepinefrina, que actúan en el eje intestino-cerebro. Estos compuestos podrían reducir la ansiedad, el estrés y la depresión, además de mejorar la cognición. “El consumo de psicobióticos no solo beneficia nuestra microbiota intestinal, sino que también puede modular la expresión de receptores neuroquímicos, generando efectos antidepresivos y ansiolíticos”, explicó Olivares. Entre los microorganismos más estudiados en esta categoría se encuentran cepas de Lactobacillus y Bifidobacterium, presentes en alimentos como yogur, productos fermentados (chucrut, kombucha) y suplementos nutracéuticos. Sumado a ello, es posible potenciar la efectividad de estos psicobióticos con una dieta rica en prebióticos, es decir, alimentos ricos en fibra como cereales integrales, legumbres, cebolla y vegetales de hojas verdes. Si bien estos psicobióticos están en boga, los expertos recomiendan consultar a un médico antes de iniciar su consumo.
Suscríbete al boletín:
Suscribete Gratis