La región de Ñuble experimenta un notable incremento en la superficie dedicada al cultivo de cerezas, lo que está impulsando una contratación masiva de trabajadores en sus comunas agrícolas. Este fenómeno refleja una tendencia positiva en el sector agroindustrial, que se traduce en una mayor demanda de mano de obra para tareas como la cosecha, el empaque y la logística. A nivel nacional, se estima que esta expansión podría generar hasta 600.000 puestos de trabajo, contribuyendo significativamente a la reducción del desempleo y al fortalecimiento económico de las zonas rurales. La creciente producción de cerezas, impulsada por condiciones climáticas favorables y una mayor demanda internacional, subraya la importancia de la agricultura como motor de desarrollo regional. Empresas y cooperativas locales están optimizando sus procesos para aprovechar estas oportunidades, lo que podría tener un impacto duradero en la economía chilena.
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