Cuescos de palta o durazno, cáscara de limón, corontas de choclo, pétalos de flores y hojas de parras, son sólo algunos de los desechos orgánicos que estudiantes de Diseño de la Universidad de Talca utilizaron para crear nuevos productos. Se trata de residuos que fueron investigados y tratados con el propósito de crear biomateriales. “Estos son materiales que están constituidos por desechos orgánicos y de la industria, que nosotros recogemos, procesamos y aglomeramos de distintas maneras para generar nuevos formatos”, detalló Alejandro Olea Thumm, académico de la Escuela de Diseño de la UTalca y docente del módulo “Proceso de transformación y propiedad de los materiales”, que los alumnos realizan en primer año de la carrera. Uno de los proyectos fue un soporte para botellas de vino hecho en base a la poda de la parra en conjunto con el micelio -estructura de los hongos similar a una raíz-. “Junto a mis compañeros diseñamos un molde, lo termoformamos y le introdujimos el sustrato con el hongo y luego comenzó a colonizarse”, detalló el alumno José Manuel Valdés Aguilera. “Fue muy revelador, te das cuenta de que hay materiales que funcionan casi tan bien como el concreto, el micelio resiste a la comprensión muy bien”,indicó el estudiante utalino.
Suscríbete al boletín:
Suscribete Gratis