En el contexto de la segunda vuelta presidencial de 2025 en Chile, el Gobierno ha adoptado una postura diferenciada ante las críticas de los candidatos Jeannette Jara y José Antonio Kast, reflejando una estrategia política cuidadosamente calibrada. Mientras que las recriminaciones de Jara, exministra de Trabajo y abanderada de Unidad por Chile, han sido recibidas con una respuesta condescendiente y diplomática, las del candidato republicano Kast han generado réplicas más directas y confrontacionales por parte del Ejecutivo. Jeannette Jara ha intensificado su ofensiva contra la gestión gubernamental, enfocándose en temas como la aglomeración de migrantes en Chacalluta y el gasto social en la Ley de Presupuesto, con el objetivo de distanciarse de la continuidad y fortalecer su base electoral. En respuesta, autoridades como el ministro de Seguridad, Luis Cordero, y la ministra vocera, Camila Vallejo, han minimizado estos señalamientos, describiéndolos como parte legítima del debate democrático y atribuyendo posibles desinformaciones a fallas en la comunicación mediática. Este enfoque contrasta marcadamente con las advertencias públicas dirigidas a Kast, a quien Cordero acusó de utilizar retórica riesgosa que podría politizar asuntos de Estado, como la política migratoria.
Suscríbete al boletín:
Suscribete Gratis




