En el contexto de la segunda vuelta presidencial de 2025 en Chile, el Presidente Gabriel Boric ha adoptado una estrategia comunicacional centrada en reivindicar su gestión, mientras las encuestas muestran un liderazgo sostenido del candidato opositor José Antonio Kast. A diferencia de la primera vuelta, donde predominaron críticas directas contra Kast, Boric ahora enfatiza los logros de su Gobierno, buscando contrarrestar la narrativa de cambio promovida por el republicano y evitar ser señalado como responsable de una eventual derrota del progresismo. Esta defensa del legado se produce en un escenario político complejo, donde el Ejecutivo enfrenta cuestionamientos desde diversos frentes. Kast ha capitalizado el descontento, posicionándose como la alternativa de cambio ante lo que califica como un «mal Gobierno», mientras que Jeannette Jara, abanderada de Unidad por Chile, ha mantenido una distancia crítica hacia la administración de Boric, destacando temas como la reconstrucción y políticas migratorias. En declaraciones recientes, Boric ha subrayado avances en inclusión social y estabilidad económica, afirmando que su Gobierno ha sentado bases para un crecimiento futuro. Sin embargo, estas posturas han generado réplicas inmediatas: Kast acusó al Presidente de desconexión con la realidad nacional, y Jara, aunque respaldó parcialmente su visión, reiteró la necesidad de honestidad en la evaluación de los desafíos pendientes. Este intercambio refleja la polarización del debate electoral, donde la defensa del legado gubernamental se convierte en un eje central de la contienda.
Suscríbete al boletín:
Suscribete Gratis




