En una medida histórica, el Departamento de Comercio de Estados Unidos está invirtiendo la asombrosa cantidad de USD 19.500 millones de dólares en Intel para construir y mejorar sus plantas de semiconductores en cuatro estados del gigante norteamericano y así poder competir de igual a igual con China. Este acuerdo sin precedentes, el mayor de su tipo en la historia de la fabricación de chips en este país, incluye USD 8.500 millones de dólares en financiación directa y préstamos potenciales de hasta USD 11.000 millones de dólares. La inversión tiene como objetivo acelerar la producción de chips lógicos de última generación, vitales para tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial y los sistemas militares. Mientras recorría las instalaciones de Intel en Arizona, el presidente estadounidense Joe Biden elogió el «acuerdo histórico» como un paso significativo hacia «reclamar el futuro de Estados Unidos». El mandatario estadounidense, hizo hincapié en la necesidad de cadenas de suministro sólidas y geográficamente diversas dentro del país. Además, predijo que para finales de esta década, casi el 20% de los chips de primer nivel del mundo se fabricarán en los Estados Unidos.
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