La embajada de Chile en Buenos Aires ha sido el escenario de operaciones financieras cuestionables durante años, según revelaciones de CIPER. Se giraron miles de dólares mediante facturas falsas y comprobantes inadecuados bajo la administración de varios diplomáticos, incluyendo el actual embajador en Marruecos, Alberto Rodríguez. La exembajadora Bárbara Figueroa denunció estos actos y solicitó una investigación, que ha derivado en un sumario administrativo sin que hasta el momento se haya presentado una denuncia formal ante la fiscalía. Esta falta de acción ha suscitado críticas sobre el compromiso de la Cancillería para abordar efectivamente las irregularidades, y pone en cuestión la integridad de los procesos administrativos dentro de las representaciones chilenas en el extranjero. Los testimonios y documentos a los que CIPER tuvo acceso sugieren una práctica prolongada de mal manejo de los fondos públicos, lo que ha llevado a pagos excesivos y a la emisión de documentos de pago sin las debidas especificaciones. Este caso resalta los desafíos en la supervisión y transparencia en las operaciones financieras de las embajadas, especialmente en momentos críticos de transición diplomática.
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