A 300 días de presidio, con pena sustitutiva de remisión condicional y autorizada para viajar fuera de Chile, resultó condenada la mujer de 45 años que llegó al país contagiada con la variante Delta y asistió al funeral de su padre en la Región de Maule, saltándose la debida cuarentena. La medida se tomó a través de un juicio simplificado, en el que admitió su culpa.
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