Indignación existe en occidente, tras conocerse este viernes la muerte del disidente ruso Alexei Navalni, enemigo número uno del presidente ruso, Vladímir Putin, y fallecido hoy en una prisión en el Ártico .El político ruso se encontraba en prisión cumpliendo una condena de 19 años, tras ser acusado por el gobierno de Putin de extremismo hacia la nación. La noticia de su deceso, fue informada durante esta jornada por el Servicio Penitenciario Federal del distrito autónomo de Yamalia-Nenetsia, viralizándose rápidamente en todo el mundo. “Navalni se empezó a encontrar mal durante un paseo y, casi de forma inmediata, se desmayó. Pese a que los médicos lo asistieron, nada pudo hacerse por él”, fue el escueto informe entregado por las autoridades penitenciarias, según informaciones recogidas por la agencia rusa de noticias Interfax. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, afirmó que “el abogado anticorrupción y organizador de las mayores protestas antigubernamentales desde la caída de la URSS obviamente ha sido asesinado, porque a Putin no le importa quién muera con tal de mantenerse en el poder”.De forma similar, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, escribió en la red social X que «la Unión Europea considera al régimen ruso como el único responsable de esta trágica muerte».
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