El Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF) del Vaticano ha emitido un fallo definitivo a favor del sacerdote Felipe Berríos, dejando sin efecto las sanciones canónicas que incluían restricciones al ejercicio ministerial y su expulsión de la Compañía de Jesús. La decisión, comunicada oficialmente este martes, establece que no se alcanzó una «suficiente certeza moral» sobre los delitos denunciados, cerrando así el proceso judicial eclesiástico de manera inapelable. El caso se originó en 2022, cuando la Compañía de Jesús inició una investigación previa canónica ante denuncias presentadas contra Berríos, radicado en La Chimba de Antofagasta. La investigación, liderada por la abogada especializada María Elena Santibáñez, concluyó con la verosimilitud de las acusaciones, involucrando inicialmente a siete víctimas. Posteriormente, en marzo de 2023, el Vaticano ordenó un proceso administrativo penal a cargo del vicario judicial Dante Simón, quien corroboró los hechos y agregó un caso adicional, resultando en sanciones que incluían la prohibición del ejercicio público del sacerdocio y contacto pastoral con menores por diez años, además de la expulsión de la orden. En junio de 2024, Berríos apeló al DDF, obteniendo una resolución favorable que anula todas las sanciones previas.
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