“Tras la demolición, el terreno se pondrá la venta”, afirmó este martes, Jeanette Bruna, abogada de la familia Correa, propietaria de la llamada “Toma Calicheros de Quilpué”, la cual comenzó a realizarse este martes, operativo por lo cual aseguró que sus representados están más que agradecidos. La demolición de la toma, levantada en terrenos del empresario Alejandro Correa, asesinado en 2020, poco después de haber denunciado públicamente la usurpación, comenzó sin problemas durante esta jornada, hecho que no obstante contó con el apoyo de 250 carabineros, tras las amenazas de muchos de las familias que la habitaban, que habían jurado que “nadie los sacaría del lugar”. Después de cinco años del asesinato de don Alejandro y a cuatro años de dictada la orden de demolición parece un poco irreal que se esté ya ejecutando”, señaló Bruna en entrevista con Radio ADN. “Yo estoy mandatada para la venta del terreno, porque en definitiva, la familia estima que una vez demolido y después vendido el terreno, es la forma en que se va a cerrar este ‘libro’ de la tragedia que han vivido durante todos estos años con la revictimización y por supuesto que con la pérdida de su padre”, aseguró la profesional, reafirmando que el terreno se pondrá la venta, “pero siempre enfocados en proyectos que sean una contribución a la comuna de Quilpué”.
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