La crisis migratoria en la frontera entre Chile y Perú ha intensificado el debate político en el contexto de la segunda vuelta presidencial de 2025. A pesar de las tensiones y los emplazamientos públicos del candidato José Antonio Kast, el Presidente Gabriel Boric ha mantenido un notable silencio, sin emitir declaraciones ni responder a las críticas directas. Expertos políticos interpretan esta actitud como un cambio estratégico deliberado, marcando un contraste con su participación activa y confrontacional durante la primera vuelta electoral. En aquel entonces, Boric asumió un papel protagónico con constantes referencias a las propuestas de Kast, lo que generó incluso incomodidad dentro del comando de la candidata oficialista Jeannette Jara. Ahora, analistas como Felipe Vergara de la UNAB señalan que el Presidente ha adoptado un rol secundario, posiblemente para concentrarse en los últimos meses de su mandato y evitar asociarse con una campaña que enfrenta desafíos electorales. José Francisco Lagos del Instituto Res Publica destaca la complejidad de la situación, ya que el gobierno debe actuar en materia migratoria, pero la pasividad podría perjudicar tanto a la candidatura de Jara como al país.
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