Nunca se había detectado la presencia de dióxido de carbono en la atmósfera de un exoplaneta. Al menos, no hasta ahora. En un nuevo y sorprendente éxito científico, el Telescopio Espacial James Webb (JWST o Webb) ha cambiado esa falencia, en su primera campaña centrada en la búsqueda de exoplanetas. El fascinante y revolucionario telescopio de última generación, que orbita en el espacio, hizo el impresionante descubrimiento mientras observaba un gigante gaseoso llamado “WASP-39 b”, que se encuentra a 700 años luz de la Tierra.
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