Luego del casi seguro nombramiento del actual senador Marco Rubio, como potencial futuro Canciller de Estados Unidos, hecho que debe ser confirmado por el Presidente electo, Donald Trump, fue en Argentina donde más celebraron la noticia. Rubio, un político conservador estadounidense de ascendencia cubana, perteneciente al Partido Republicano y actual senador por el estado de Florida, se caracteriza por ser un conocido anticomunista, muy antichino, pro Israel y muy pro Ucrania. Por ello, su nombramiento fue particularmente muy bien recibido en el Gobierno de Javier Milei, debido a las coincidencias existentes entre el político norteamericano y las ideas libertarias de la actual administración trasandina. Este sello del futuro Secretario de Estado norteamericano, fue ampliamente valorado en la Casa Rosada, donde junto con destacar todos sus palmares en aras del movimiento libertario, consignaron que ve en Argentina a un “socio y aliado estratégico” de primera línea en la región. “El senador Rubio siempre fue muy crítico del kirchnerismo y varias veces pidió a la Casa Blanca que aplique sanciones a Cristina Fernández de Kirchner y otros funcionarios de su gobierno por corrupción”, publicó Clarín esta semana. De hecho, el senador por Florida, en su visita a Buenos Aires en febrero pasado, había manifestado abiertamente su “simpatía hacia el anticomunismo del Gobierno de Milei”.
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