Sebastián Fuentes Barraza
Sociólogo
Esta semana, Colo Colo cayó goleado en la Copa Sudamericana por el colista del torneo brasileño. ¿Esto pudo sorprender a alguien? Difícil. Ya están todos acostumbrados a ver perder a los mejores de los nuestros con los peores de los otros.
Pero a pesar de que es costumbre, periodistas, hinchas, técnico e incluso los mismos jugadores, han sido críticos y esperan una mejoría. ¿Por qué no se acepta sin más el bochorno? En el fútbol amateur los jugadores no reciben una remuneración mensual que les permita independencia de otro trabajo, y por consiguiente, no pueden cuidarse físicamente ni practicar con constancia. Aunque pierdan goleados, nadie debiera exigir nada. En cambio, en el fútbol profesional, los jugadores con dedicación exclusiva tienen el deber de tener cuidados físicos y de tener un cierto nivel de competitividad y espectáculo. No por nada se pagan auspicios, entradas y suscripciones para ver a profesionales del deporte. Este ecosistema exige a los clubes importantes como Colo Colo no aceptar bochornos y competir por títulos.
A nivel de clubes, solo dos copas internacionales de renombre presenta el fútbol chileno (Libertadores 1991 y Sudamericana 2011), pero en cada edición de un torneo internacional se mantiene la expectativa de los hinchas por ver a sus equipos competir. Aquella espera tiene algo de entretenida. Sabemos que, en el fondo, el juego de la pelota sería lisa y llanamente un pasatiempo para entretenerse o lo que es lo mismo, no aburrirse. Pero hace décadas ya es demasiado previsible lo que ocurrirá con los equipos chilenos en el plano internacional, que es exactamente lo que ha ocurrido este martes en Copa Sudamericana. Así, ya no es entretenido ver fútbol, se da paso al aburrimiento, y por repetición, al cansancio. De allí, es de sospechar que se está a un paso del hastío y finalmente se abandone la idea de seguir viendo competir al fútbol nacional.
¿Qué le depara al fútbol chileno de seguir pasando bochornos como el de este martes? Los involucrados analizan la situación y buscan fórmulas para una mejoría. Mientras las buscan, ¿se mantendrán las suscripciones a la televisión y las entradas a los estadios para ver este fútbol profesional que se nos ofrece o se buscará la entretención en otra parte? En Europa se juega al mismo deporte, pero lo hacen mejor.
El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Publimicro.
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