“No esperamos que China otorgue acceso necesario para realizar una evaluación completa, sin manipular el entorno de los derechos humanos en Xinjiang”. Molesto reaccionó Washington, por la visita que la Alta Comisionada para los DDHH de la ONU, planea realizar la próxima semana al gigante asiático. Y no sólo por las trabas que pudiera tener Bachelet, sino además porque ella aún no emite un informe denunciando las atrocidades chinas contra la etnia uigur. “Ella debería ser una voz líder en este caso”, sostuvo Ned Price, vocero de la Casa Blanca.
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