El reciente Informe de Política Monetaria (IPoM) del Banco Central ha generado un intenso debate en torno al impacto de medidas como la reducción de la jornada laboral a 40 horas y el incremento del salario mínimo en las tasas de desempleo. Mientras el presidente Gabriel Boric defiende estas políticas sociales, destacando el aumento del salario mínimo de $350.000 a $510.000 como un avance en la calidad de vida y formalización laboral, economistas y expertos advierten sobre una posible «emergencia laboral». David Bravo, director del Centro de Encuesta y Estudios Longitudinales de la UC, sostiene que el Gobierno no ha tomado conciencia del problema, atribuyendo el desempleo del 8,7% a reformas como la negociación multinivel. En contraste, José de Gregorio, decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, argumenta que la crisis no es generalizada, sino focalizada en segmentos como los mayores de 65 años, influenciados por factores como la pandemia y la Pensión Garantizada Universal. Este debate subraya la necesidad de un análisis más profundo y políticas equilibradas para abordar el desempleo, especialmente con la tasa femenina acercándose a dos dígitos, manteniendo la atención pública en la evolución económica.
Suscríbete al boletín:
Suscribete Gratis