La industria agrícola chilena enfrenta una creciente tensión debido a la falta de cohesión entre los principales gremios, como la SNA y Fedefruta, que critican a Frutas de Chile por no lograr un acuerdo estratégico para evitar otra crisis en las exportaciones de cereza. Tras la temporada 2024-2025, la peor en la historia del sector, con una caída del 33% en los precios por sobreoferta en China, se propuso un plan para priorizar fruta de alta calidad y calibre. Sin embargo, reparos legales y acusaciones de abuso llevaron a su cancelación, generando malestar y temores de repetir errores. Los líderes gremiales advierten que esta desunión beneficia a competidores como Perú y compromete la rentabilidad futura, subrayando la urgencia de colaboración para mantener el prestigio exportador.
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